Cerca.

Por Hugo Alejandro Vega


Uno de los aspectos más notorios sobre la serie pictórica CERCA, de Elena Manero, es el soporte de sus piezas, antiguas tarjetas telefónicas intervenidas con pintura al óleo. En ellas, la artista ha retratado capturas-de-pantalla de videollamadas, forma de contacto que pretende salvar la distancia a la que nos ha obligado el confinamiento. Si bien esta descripción reúne los elementos que integran dicho cuerpo de trabajo, para dar cuenta de su funcionamiento, es preciso recurrir a la figura del oxímoron. CERCA no es un ejercicio de experimentación de alternativas del lienzo, es una reflexión desde la técnica sobre las formas de comunicación, vertebrada a través de un sistema de contradicciones.

La imagen yuxtapone dos personas en el mismo espacio pero, enmarcadas en su propio recuadro, no llegan a compartir lugar. En este modo de uso la tarjeta de teléfono se vincula nuevamente, sin haber recuperado su vigencia. Entre los personajes media el emplazamiento, que no la interacción.La verdad es que la comunicación presupone la distancia; la tecnología afirma las circunstancias que pretende solucionar, responde a ellas sin anularlas.

Como apunta la propia Elena:

La palabra CERCA tiene dos connotaciones casi opuestas: una como adverbio, que implica inmediatez o proximidad, y otra como sustantivo, que implica la limitación y la separación. En ese sentido, ambas connotaciones pueden significar desde la relación espacio-tiempo con la proximidad-lejanía. ¿Qué tan cerca realmente nos encontramos unos de otros o qué tanto nos separa la cerca digital?

Pero las oposiciones enlistadas ya se encuentran presentes en las capturas de pantalla, su planteamiento no agota la propuesta artística, que no recurre a la mera representación. La pintura como ejercicio reflexivo sintetiza las contradicciones y las resuelve como contrapunto, proponiendo nuevas vertientes. Ahí donde dos se miraban mutuamente a través de la pantalla, Elena ha desplegado un espacio que les involucra, colocándoles ante tal mirada para extender la cerca.

Estos rostros que dirigen la vista al frente, que interpelan al espectador sin haber participado de la llamada, ¿se han convertido en retratos? Cuando menos es una impresión que se sugiere y revela que elementos como filtros o fondos superpuestos no son alternativas lúdicas para nuestros encuentros, sino modos de presencia efectivos. Nótese cómo la pintura da lugar a un pensamiento, sobre la tecnología en sus modos específicos, para producir imagen. Así, una pantalla congelada, que suele atribuirse a una deficiencia de conexión, a través del óleo pasa a ser un momento sustraído del tiempo, pero incluso entonces, ¿las personas retratadas han quedado reunidas para siempre, o se encuentran retenidas en un presente persistente como el que caracteriza al actual hacinamiento?

Cada recurso comporta su propia insuficiencia. CERCA es un cuestionamiento para cada posibilidad.

Hugo Alejandro Vega

Ciudad de México, abril de 2021

Miguel Casco Arroyo

(Puebla, 1991) Artista visual, gestor cultural y museógrafo.

https://www.miguelcasco.com/
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